Datos personales

Quito, Ecuador
PROSA POÉTICA Y REFLEXIONES Est. 2012 Cristian David Cruz Salazar Mil Voces© Notable, misterioso, tal vez peligroso, tal vez redentor consuelo de escribir; ese escapar de un salto de las filas de los asesinos, esa observación de lo que ocurre. Kafka

viernes, 3 de agosto de 2012

Señales de tránsito

Mira a una, mira la otra,
Regresa al frente la mirada,

Baja la mirada, y razona.
Camina recto y no le importa.

Mira a un lado, la ve sola,
Ella es otra,
No puede bajar ni esquivar su mirada,
Camina unos pasos más,
no frena... no hay forma
como cuando uno sueña 

Se choca contra sus huesos
Las pupilas estallan,
y resulta inevitable 
todos tus vidrios se me clavan

domingo, 12 de febrero de 2012

Relatos (KAFKA)

Parece tan terrible quedarse soltero, ser un viejo que tratando trabajosamente de conservar su dignidad suplica un invitación cada vez que quiere pasar una velada en compañía de otras personas; traerse la cena a casa en la mano, no poder esperar a nadie ociosamente, con tranquila confianza; no poder hacer regalos sino con dificultad o con alguna vejación, despedirse frente a la puerta de calle, no poder jamás subir corriendo una escalera al lado de su mujer, estar enfermo y no tener más consuelo que lo que se ve por la ventana, si uno puede levantarse; sólo tener en la habitación puertas laterales; que dan a casas de desconocidos, sentirse alejado de su familia, con la que sólo se mantienen relaciones a través del matrimonio, primero gracias al de sus padres, luego, cuando el efecto de este se ha disipado, gracias al suyo propio; tener que admirar a los niños de los demás y no poder seguir repitiendo: yo no tengo, y como nadie crece en torno de uno, sentir una invariable sensación de vejez; modelar su aspecto y su proceder de acuerdo a uno o dos solterones que uno conoció cuando era niño. Todo esto es cierto, pero se comete muy fácilmente el error de desplegar demasiado ante los ojos los padecimientos futuros, de manera que la mirada se pierda más allá de ellos y no vuelva nunca más, cuando en realidad hoy y después uno será uno mismo, con un cuerpo y una cabeza reales, y también una frente, para poder golpeársela con la mano.

Kafka