de jubilo, fresa, aromanta
y de sol profundo
apretados en el calorcito de horno y empanada
tiempo de queso derretido y azúcar.
Se me distierna una sonrisita que involucra todo el momento
Me llegan postales con imágenes premonitorias
Todas decoradas de entretenidos sucesos
¡Todos Ríen!, esperaban con ansias verlo correr
Por esas venas gruesas.
Los ojos parpadean sus propias palabras
el cansancio.
nada dura para siempre
En honor a Oswaldo Salazar, abuelo materno. De quien adquirí el "buen gusto" la música, la melomanía, el vino, el queso, la literatura y el jamón serrano. De quien no me olvido, a quien todavía llanto. Si tu solidez tan solo hubiera durado para siempre no hubiese visto en ti los ojos de dulzura como un niño, con los que saludabas a la muerte.